martes, 7 de marzo de 2017

[Día 21] "Bilis", clasificada X

Buenas tardes. Había pensado en programar por primera vez una entrada para que se publicase de forma automática a una hora determinada, pero como no puedo (o no se) hacer lo mismo para que suceda lo mismo en las redes sociales que uso, he preferido dejarlo para otra ocasión. De todas formas hoy me da todo un poco igual.

Estoy un poco cabreado. No voy a entrar en detalles porque no creo que sea el lugar adecuado y prefiero ser un poco críptico. Necesito desahogarme. Y como mi perro no me entiende por más lento y alto que le hable (si observarais la expresión en su cara veríais que no solo vosotros pensáis que se me va un poco la pinza), voy a usar este diario, a poco más de una semana de finalizar, para expresarme.

Es cierto que es difícil valorar determinadas actitudes, y más si estas son expresadas por escrito. No en vano seguro que todos habéis vivido situaciones como interpretar de forma errónea una respuesta en una conversación de Whatsapp, no ser capaces de captar la ironía cuando se comparte un enlace en alguna red social o creer que unos puntos suspensivos al final de una frase ocultan una intención más allá del significado de las palabras que los preceden. Pero otras veces la situación es tan evidente, que dudas seriamente de la inteligencia de la persona a la que estás leyendo.

Hoy ha pasado algo parecido, en una situación en la que nunca debería ocurrir algo así (ya dudamos el doble, a lo mejor le cuesta leer). Y la verdad es que aunque en el fondo, y visto desde fuera, puede parecer una tontería (seguro que en un par de días ni me acuerdo), hoy me ha tocado soberanamente la moral. Hacer un juicio de valor sin conocer el contexto en el que se produce determinada acción, a pesar de ser conocido hasta por el más imberbe del lugar es una actitud que demuestra menos luces que un árbol de Navidad en Verano.

Encima, lo que se ha tildado como error, aunque intentando dejarlo solo entrever, no lo es ni de lejos (el triple, suerte que pueda respirar), pero la escasa motivación que denota con la forma de hacer las cosas, hace que crea que cualquier esfuerzo sea inútil para intentar explicar el malestar que ha supuesto su acción.

Hala. Ya he terminado. Así soy yo, muy claro sin serlo en absoluto y capaz de cosas buenas y a la vez de lo peor. Quien sabe si me ha pasado a mí o a alguien cercano. Y si tiene que ver con mi trabajo diario o con el de algún conocido. En realidad es lo de menos.

Hasta mañana. Un poco de picante nunca viene mal.



2 comentarios:

  1. Para lo primero que comentas, te sugiero que pruebes IFTTT. Yo lo descubrí hace poco y me parece una gran herramienta.
    Para lo segundo, éste es tu blog y te desahogas en él como te da la gana ;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡No conocía esa herramienta! Voy a descargarla ahora mismo ^^.

      Este día estaba bastante colérico... pero ya pasó. ¡Qué bien sienta desahogarse!

      Un abrazote. Nos vemos muy pronto ;).

      Y gracias por pasarte por aquí ^^

      Eliminar