miércoles, 1 de marzo de 2017

[Día 15] No hagas lo que yo

Buenas noches. Miércoles. Saliente de guardia. Grogui todo el día. Es lo que tiene no haber descansado casi nada.

Es cierto que la culpa de este cansancio es mía. No suelo dormir mucho en las guardias. Bueno, dormir quizás si duerma algo si el día lo permite, pero no en las mejores condiciones. En vez de subir a las habitaciones que tienen habilitadas para nosotros, suelo quedarme en la Sala de Reuniones del Servicio de Urgencias y allí, si tercia, echo una cabezada.

La verdad es que no es una forma óptima de descansar. Es cierto que por el estrés acumulado de la guardia y por las cosas que quedan pendientes antes de dar el pase a la mañana siguiente es difícil hacerlo, pero en esas condiciones, menos aún. Además, si cojo sueño, suelo dar un recital de ronquidos que hace temblar las paredes. Un jabalí. Si no lo habéis vivido, creedme.

Después del pase, mi compañera Maribel y un servidor hemos dado la sesión sobre Fibrilación Auricular. Con más público del que esperaba y, principalmente gracias a ella, hemos conseguido compactar un tema muy amplio e intentado transmitir dos o tres mensajes que consideramos importantes y que debían calar, desde nuestra humilde opinión.

Estar saliente y haber descansado de aquella manera no ha ayudado a que yo lo hiciera lo mejor posible, pero es un error que debo asumir, aunque no creo que pueda remediar. No sigáis mi ejemplo.

Creo que voy a caer redondo en breve. Espero que comencéis mañana el día con fuerzas. Nos leemos.

P.D.: Lo perdido que estaba cuando he despertado de mi coma particular, eso representa la imagen de hoy.



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