martes, 7 de febrero de 2017

Reflexiones y una vuelta

10 de Agosto de 2012, cumpleaños de esa gran persona que es Iñaki y última entrada de este humilde blog. Bueno, humilde en intención. Reconozco que he sido pretencioso más veces de las que desearía, pero quizás sea la emoción de cada momento y la falta de madurez que creo que poco he corregido en estos años. Puede que haya ganado algo en mesura, pero poco.

Una vez comenzada mi residencia en Medicina Familiar y Comunitaria, tuvieron que pasar pocas semanas para cambiar radicalmente mi actividad en redes sociales, con todo lo que ello suponía y por lo que hoy me arrepiento: Perder contacto con gente que había conocido y que me había aportado mucho en mi día a día, dejar de opinar y desahogarme sobre determinados temas por dudar si este era el mejor medio para hacerlo, desconectar de la, demasiadas veces, tediosa realidad que vivía... En fin, unas cuantas cosas que no supe valorar.

Hoy, a pocos meses de finalizar la residencia, y espoleado por varios acontecimientos, he decidido volver a escribir en este blog, que curiosamente ya ni formaba parte de los medios que utilizaba para comunicarme cuando comencé la especialidad. De hecho, el que le precedía, "Yo y mi álter ego", ha desparecido.

Sinceramente, no se en qué acabará esta vuelta, pero tengo la firme intención de que sirva para algo.
Para .
Para los que, aunque sea por error, lleguéis a este sitio y por afinidad encontréis algún tema de ayuda o que os sea de interés (¡leñe! ¡que aunque no os lo creáis ha ocurrido más de una vez!).
Para volver a conectar con un mundillo que me fascina y en el que me gustaría quedarme.
Para volver a aprender a escribir, si es que alguna vez supe hacerlo.

En fin, vamos a ello que como siga por estos derroteros voy a acabar antes de empezar.

Hoy quería comenzar compartiendo un par de reflexiones nada aleatorias:

- No consigo entender por qué tanta gente tiene tanto miedo a enaltecer las virtudes de las personas que le rodean.
Ser capaz de destacar lo positivo y reconocer con admiración aptitudes y actitudes que uno sabe que no podrá atesorar jamás es algo que siempre debería primar ante la crítica destructiva, mal común y, eso sí, de aplicación mucho más sencilla. ¿No os gusta estar rodeados de gente que sume? ¿No deberíais hacérselo saber? ¿No deberíais destacarlo siempre que podáis? Se perfectamente cuales son las razones de que poca gente piense así, y no puedo evitar pensar que me parece ridículo.

- Ser profesional sanitario es sumamente complicado. Ser buen profesional sanitario. Ojalá algún día pueda llegar a serlo. Hacen falta muchas cosas para lograrlo, entre ellas, conocimiento, templanza, honestidad, dedicación... y tener claro que el trabajo en equipo es fundamental. El TRABAJO EN EQUIPO es FUNDAMENTAL.

Suena a desahogo, pero no lo es (...tanto).

Prometo que esto no va a ser un hola y adiós, aunque a algunos la idea les resulte tediosa 😛.

Puchupo os vigila.

2 comentarios:

  1. De lo que más me arrepiento por no haber ido a tu hospital es por la foto con Puchupo. Y que sepas que te leemos... Imagina que he llegado hasta el post de la vuelta al mundo 2.0
    Abrazos;!!!

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    1. ¡Qué ilusión me hace leerte y ver que te pasas por aquí! He perdido tanto la práctica que no me había dado cuenta de tu comentario.

      La verdad es que se te echó de menos. A ver si vuelve a surgir la oportunidad, ya se aquí o en otro lugar :).

      Un abrazo enorme.

      P.D.: Puchupo también tiene ganas de verte :).

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